Luego de llegar a la vieja sede de El Comercio, Luis Miró Quesada Valega, presidente del directorio de la compañía y uno de los ejecutivos más veteranos de la familia, subió las ruidosas escaleras de madera que en aquella época conectaban la cochera con el segundo piso del legendario inmueble, ubicado en el Centro de Lima. Eran días oscuros para el periodismo local. El Poder Judicial preparaba la captura de los empresarios de televisión y de los dueños de periódicos que recibieron millonarios sobornos del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para apoyar la tercera elección de Alberto Fujimori; mientras el país se hundía en una crisis política sin precedentes en la historia.
Inmediatamente después de ingresar al salón de directores, Miró Quesada Valega inauguró la reunión de accionistas para decidir el futuro del periódico en el siglo XXI. Aquel 21 de marzo del 2001, el cónclave empezó con el análisis de la situación del Perú tras la renuncia y fuga de Fujimori al Japón; continuó con la exposición de los informes financieros de la empresa y la posterior planificación para convertir al periódico en el grupo multimedia más grande del país. Finalmente, habló sobre las consecuencias de un fenómeno que amenazaba al mercado de diarios: la concentración y el monopolio de la industria del papel.
A inicios del 2000, El Comercio estaba preocupado por la concentración de la industria de papel en pocas empresas
“En los últimos dos años, los grupos papeleros del mundo han concentrado la oferta en pocas manos. El 64% del mercado mundial lo controlan diez empresas”, dijo Luis Miró Quesada –primo hermano del entonces director periodístico de El Comercio, Alejandro Miró Quesada– mientras resumía el escenario internacional de la industria papelera y su impacto en el aumento del precio de los diarios, teniendo en cuenta que el diario importaba 15 toneladas anuales de papel desde Chile, en aquella época. El preocupante anuncio fue inmortalizado en los reportes financieros históricos de un periódico afectado por las consecuencias negativas de la concentración económica. Ironías del mercado.
CONCENTRACIÓN MEDIÁTICA
Quince años después, El Comercio –fundado como un boletín de dos páginas de avisos comerciales en el siglo XIX– es el imperio mediático más poderoso del Perú, cotiza en la Bolsa de Valores de Lima desde hace dos décadas y entre sus 168 accionistas destacan los dueños de la mayor constructora, aerolínea y grupo de inversiones inmobiliarias y financieras en el Perú: los grupos Graña & Montero, Latam Perú y Wiese. Al 2015, tuvo ingresos de S/ 1.472 millones (US$432 millones), casi tanto como lo recibido por algunas de las principales mineras del Perú; además concentra el 61% de los ingresos totales del mercado y es propietario de subsidiarias en Perú, Bolivia, Chile y Colombia, vinculadas a negocios de imprenta, comercio online, educación y hasta parques de diversión infantil.
En los últimos años, la matriz de la familia Miró Quesada –dueña de dos canales de televisión, nueve diarios y 15 medios digitales que alcanzan a varios millones de personas al día a nivel nacional– llegó a ser cliente de firmas peruanas asociadas de Deloitte, KPMG, Pricewaterhouse y Ernest & Young, las mayores auditoras del mundo; de agencias de clasificación de riesgo como Fitch Rating y hasta de la desprestigiada firma de abogados Mossack Fonseca, famosa por el Caso Panama Papers. Bajo el lema “Independencia y veracidad”, el modelo de negocio de El Comercio depende de los ingresos por publicidad hasta un 60% (como diario) y 80% (como grupo), además tiene deudas que actualmente llegan a los S/ 350 millones con los principales bancos del sistema financiero nacional.
El Comercio –dueño de América Televisión y Canal N, líderes en señal abierta y cable; del diario popular Trome, el más vendido en Latinoamérica; y de elcomercio.pe, la web de noticias con mayor alcance del país– ha logrado concentrar alrededor del 56% de los ingresos por la venta total de la publicidad en medios en el 2015. Sin embargo, los estimados se disparan al 70%, 80% y hasta el 90% cuando se trata de inversión publicitaria en rubros específicos de televisión y cable, diarios y revistas o internet. Cifras reveladoras, si consideramos que la inversión total en ese rubro llegó a los S/ 2.275 millones (US$711 millones) el 2015, según la compañía de estudios de mercado CPI.
El Comercio tiene 168 accionistas, entre ellos aparecen los dueños de los grupos Graña & Montero, Latam Perú y Wiese
El grupo de la familia Miró Quesada, propietario de nueve de los más de 20 periódicos estimados en Lima, concentra alrededor del 80% de la circulación diaria en la capital y el 74% en promedio a nivel nacional. En cuanto a su alcance aproximado en la población, El Comercio tiene el 78% de la lectoría del mercado y el 65% de los estimados en audiencia mensual web. También domina el sector de la televisión. Con América Televisión, canal que comparte con el diario La República, tiene el 23% de la cuota de audiencia; seguido por Latina Televisión (16%) y ATV (11%), según el promedio anual de sintonía de Kantar Ibope Media del 2015.
GRUPOS DE PODER: EL COMERCIO, ATV Y LATINA
Ojo-Publico.com –en el marco de una investigación global con la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF)– concluyó que la segunda compañía más poderosa del país está representada por el grupo ATV, miembro del conglomerado de canales Albavisión, del millonario mexicano Ángel González (apodado como ‘El fantasma'), quien desde Miami controla un ejército de 124 medios de comunicación en 15 países de América Latina. El grupo ATV controla 11 canales a nivel nacional, tanto en señal analógica como digital. Su canal estrella es ATV, que le reportó ingresos por S/ 330 millones (US$117 millones) el 2014. Después de González, aparece el fondo de inversión Enfoca SAFI –que maneja dinero de los grupos Credicorp y Sura, gracias a sus matrices offshore en las Islas Vírgenes Británicas e Islas Caimán– y dueño de Latina. Este canal recibió ingresos por S/ 237 millones (US$83 millones) aquel año.
La investigación estableció que El Comercio y sus subsidiarias, las filiales de Albavisión en Perú y el canal de Enfoca SAFI concentran el 84% de los ingresos estimados anuales que reciben los ochos mayores grupos de la industria mediática del Perú: S/ 2.400 millones (US$704 millones), una cifra menor en comparación con los ingresos que durante el último año recibió The New York Times (US$1.500 millones), uno de los mayores diarios del mundo, y con la fortuna personal del hombre más rico del país: Carlos Rodríguez Pastor de Intercorp (más de US$2.000 millones).
"El Comercio (con el 61%), ATV y Latina Televisión concentraron más del 80% de los ingresos del mercado mediático"
De los tres grupos nacionales, la compañía de los Miró Quesada –denunciada ante el Poder Judicial por concentración de los ingresos por la venta de diarios y amenazar la pluralidad informativa después de comprar a la empresa rival en el 2013– domina el 61% de los ingresos totales de dicho mercado.
Gran parte del financiamiento de El Comercio, ATV, Latina y de algunos de los otros cinco grupos (RPP, La República, CRP Medios, Panamericana Televisión y Corporación Universal) procede de los contratos que tienen por la venta de espacios publicitarios a las principales compañías del sector bienes de consumo masivo y limpieza, supermercados y tiendas por departamento, bancos y operadoras telefónicas.
Un reporte de Kantar Ibope Media, obtenido para esta investigación, revela que los mayores financistas del mercado mediático que concentran El Comercio, ATV y Latina son los grupos peruanos Credicorp (Alicorp y Banco de Crédito), Intercorp (Supermercados Peruanos) y Gloria; las corporaciones chilenas Falabella (Hipermercados Tottus, Saga Falabella y Maestro Perú), Ripley, Cencosud y Entel; la española Telefónica, la mexicana América Móvil y Telepromos de Guatemala, así como las trasnacionales Procter & Gamble, Coca Cola y Nestlé, entre otras.
EL PODER REAL DETRÁS DE EL COMERCIO
Ojo-Publico.com también determinó que 20 de los 168 accionistas de la familia Miró Quesada controlan el 55% de la propiedad del grupo que tiene como empresas más importantes a El Comercio, a Compañía Peruana de Radiodifusión (dueña del Canal 4), Amauta (una de las mayores imprentas del país), Prensmart (nombre actual de Epensa, la compañía cuya venta originó la demanda por concentración en el 2013) y a Orbis Ventures (que maneja las operaciones de sus medios digitales). Las cinco compañías representan aproximadamente el 90% de los S/1.472 millones, que figuran como ingresos oficiales de El Comercio en el 2015.
De los 20 accionistas más influyentes en el diario, y conocidos en el ámbito mediático, la mitad son nietos del linaje Miró Quesada-Garland: los primos hermanos José Graña Miró Quesada (cuya hija integra el directorio de El Comercio), Bernardo Roca Rey (también directivo), Luis Miró Quesada Valega (presidente del directorio de América Televisión) y Alejandro Miró Quesada Cisneros (exdirector periodístico del diario entre 1999 y el 2008).
Sin embargo, los más poderosos económicamente son: el mencionado José Graña, el mayor accionista individual de El Comercio y dueño de la constructora Graña & Montero, que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York; Milagros Miró Quesada Martens y su esposo, el abogado Emilio Rodríguez Larraín, accionista de Latam Perú y presidente del directorio de Inmuebles Comerciales del Perú (subsidiaria de Parque Arauco de Chile y operadora del centro comercial LarcoMar), y socio al mismo tiempo de las empresas inmobiliarias de las hermanas Marina y Virginia Wiese Miró Quesada, quienes también tienen inversiones con el grupo de seguros Sura de Colombia.
El punto de quiebre en los negocios del grupo –creado como Infobanco en 1993, luego bautizado como Empresa Editora El Comercio en 1996 y como Vigenta Inversiones en el 2014– ocurrió cuando ingresaron a la junta de acreedores de América Televisión, el primer canal comercial fundado a mediados del siglo pasado en el Perú. Aquel 2003, el popular medio estaba al borde la quiebra y sus dueños, los empresarios José Enrique y José Francisco Crousillat, habían fugado del país tras descubrirse que recibieron dinero del SIN a cambio de apoyar a Fujimori.
Hasta entonces, El Comercio había sido socio de Telefónica del Perú en algunas empresas hasta 1999, luego sería proveedor de contenido de la transnacional Yahoo, pero nada de tanta importancia como el manejo de un canal de televisión junto a un grupo colombiano y al diario La República. Desde entonces, los ingresos anuales del grupo pasaron de S/ 234 millones en el 2003 a S/ 1,472 millones al cierre del 2015, según los estados financieros de la compañía.
EL MEXICANO CON MÁS CANALES EN EL PERÚ
El dueño absoluto del grupo ATV es el mexicano Remigio Ángel González González, contador de 71 años, con un patrimonio mayor a los US$2.000 millones y una extensa red de medios en Latinoamérica. Desde Miami, el magnate dirige Albavisión, que controla la segunda compañía mediática más grande del Perú, dueña del mayor conglomerado de canales del país. ATV, el medio que dio origen al grupo –dirigido por el broadcaster Julio Vera Abad, hasta que fugó al extranjero tras descubrirse que fue sobornado por el exasesor presidencial, Vladimiro Montesinos- hoy forma parte de una matriz que tiene filiales en Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Ecuador (Sudamérica); Honduras, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Panamá (Centroamérica); República Dominicana y México.
Hace 14 años, el multimillonario mexicano –cuya historia personal y empresarial se confunde entre la ficción y las versiones de decenas de notas periodísticas sobre sus negocios en televisión a lo largo de Latinoamérica– confesó sus secretos para introducirse en el accionariado de una compañía: “¿Para qué voy a mentir? En Guatemala uso el nombre de mi esposa [Alba Lorenzana]. En Chile tengo chilenos y en Perú tengo peruanos. Manejo un consorcio de compañías y dejo que mis amigos y familiares controlen todo lo demás. No he violado ninguna ley”, le dijo a un reportero de Associated Press. No mintió.
Ojo-Publico.com estableció que el mexicano ha montado una compleja operación a través de compañías, familiares y hombres de confianza que le permiten ser dueño de ATV y de otros 10 canales en Lima, sin aparecer como accionista. Todo ello a través de dos subsidiarias de Albavisión en Guatemala: Televisiete y Corporación Cercedilla.
La primera es accionista mayoritaria de Foxton, propietaria en las sombras de casi todas las empresas del grupo: Andina de Radiodifusión (ATV, ATV+ Noticias y Arpegio Tv, un canal de música clásica), Alliance (La Tele), Nor Peruana de Radiodifusión (ATV Norte) y Televisión Continental (productora de contenidos de ficción del grupo); mientras la segunda es una de las principales acreedoras de Empresa Radiodifusora 1160 (Red TV).
En casi todas las televisoras de Lima, el magnate tiene apoderados de confianza como los argentinos Gustavo Enrique Welsh (gerente general de ATV y ligado a otras compañías de Albavisión en Latinoamérica) y Carlos Lorefice Lynch (directivo de las empresas de González en Argentina, Ecuador y Uruguay); el costarricense Fernando Guido Contreras (presidente de la cadena de televisión Repretel de dicho país) y el mexicano Juan Carlos González Sáenz (sobrino del "Fantasma" y director general de Televideo Services Inc., holding estadounidense que dio origen a Albavisión).
Otra persona importante es el veterano ejecutivo de ATV: Marcello Cúneo Lobiano, accionista minoritario de ATV, presidente del grupo y actual tesorero del Consejo Directivo de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión. Es la cara visible del medio, el único directivo que efectúa los discursos oficiales en las galas de preventa de publicidad. “Somos un grupo especializado en televisión. Somos profesionales de este sector, no tenemos negocios colaterales ni otro interés que no sea la televisión”, señaló en el discurso de lanzamiento de ATV+ Noticias en el 2011.
LOS PARAÍSOS CARIBEÑOS DE LATINA
Ojo-Publico.com descubrió que detrás de los propietarios del canal Latina, el tercer grupo mediático más importante del Perú, se esconde un gigantesco esquema de sociedades offshore en diferentes paraísos fiscales del Caribe. La cabeza de este emporio es una empresa de capitales desconocidos en las Islas Vírgenes Británicas, Enfoca Investments Limited, que tiene como socios minoritarios a tres poderosos empresarios: Agustín de Aliaga Fernandini (accionista de Inversiones La Rioja, dueña del Hotel Marriot; y directivo de las mineras El Brocal del grupo Buenaventura de Perú y Milpo y Atacocha de Votorantim de Brasil); Thessa Navarro Grau Dyer (integrante de una familia adinerada que controla el Consorcio Minero Horizonte dedicado a la extracción de oro) y Manuel Tudela Gubbins de la empresa de electrodomesticos Tiendas Efe.
El rostro visible detrás de todas las offshore vinculadas al canal Latina es Jesús Zamora León, exempleado del grupo Credicorp, directivo de Tiendas EFE desde 1994 y accionista minoritario de Enfoca Asset Managment de Islas Caimán. Esta sociedad caribeña, la última “capa de la cebolla” detrás de la televisora, es dueña de una administradora de fondos de inversión creada en Lima: Enfoca SAFI, dedicada a comprar empresas de riesgo, optimizarlas y luego venderlas, y también a manejar millonarias inversiones de la AFP Prima y de la aseguradora Pacífico de Credicorp de Perú y de la AFP Integra de Sura de Colombia, según la Superintendencia de Mercado de Valores.
Uno de los fondos de Enfoca SAFI, con activos cotizados en S/ 7 millones, financió la compra de las acciones de Latina hace cuatro años y de parte de la pesquera Diamante, la almacenera Talma, la clínica privada Delgado del grupo Auna y la minera Gloria Propiedades.
Dueño de Tiendas EFE, Manuel Tudela, y mineros Agustín de Aliaga Fernandini y Thessa Navarro Grau, son dueños de la matriz de Enfoca
Latina, fundada en 1983, tiene una historia marcada por la violencia y el autoritarismo. En 1992, la organización terrorista Sendero Luminoso colocó un cochebomba que destruyó su sede en Jesús María. En 1997, el comandante general del Ejército, Nicolás Hermoza Ríos, acusó al dueño del medio, Baruch Ivcher, de desprestigiar a las Fuerzas Armadas por una serie de investigaciones periodísticas. Poco después, el gobierno de Fujimori le quitó la nacionalidad peruana al empresario israelí, lo despojo del control del canal y se lo entregó a un grupo de accionistas que vendieron la línea editorial de la compañía al SIN de Montesinos. Tras la caída del fujimorismo en el 2000, el medio volvió a manos de Ivcher, quien finalmente lo vendió al fondo de inversión de raíces caribeñas en el 2012.
Desde entonces, la sede de Enfoca SAFI –ubicada en el séptimo piso de un moderno edificio cerca del centro empresarial de San Isidro– controla el destino de uno de los canales más polémicos del Perú por sus programas de espectáculos, realities y noticias de alto contenido policial. El ambiente de lunas polarizadas en donde trabaja Jesús Zamora León, un ingeniero de perfil bajo que en el papel es el dueño de uno de los medios de mayor audiencia del país, estaba en silencio cuando lo visitamos. En la recepción de la oficina de lunas polarizadas solo atiende una empleada de limpieza que destaca frente a un mural que proclama la mayor virtud de un fondo de inversión imposible de rastrear en el mar Caribe: “Guardamos absoluta confidencialidad y reserva… dejando que nuestra actuación sea la que hable por nosotros”.
CLIENTES DE MOSSACK FONSECA
Debido a la creación de offshore por parte de los grupos mediáticos del Perú, Ojo-Publico.com indagó en la base de datos de los Panamá Papers y descubrió que entre los miles de documentos aparecen correos, certificados de acciones, comprobantes de pago, copias de pasaportes, estados bancarios y cartas de recomendación relacionados a accionistas, ejecutivos y subsidiarias de El Comercio, ATV y Latina, que los sitúa como clientes de la firma panameña Mossack Fonseca. En la lista figura el gerente general de El Comercio, César Pardo Figueroa, y la offshore que registró en las Islas Vírgenes Británicas en el 2010: Ibis Capitales, creada luego de diálogos por correo entre las representantes de la firma con Gustavo Barboza, abogado y director de una consultora llamada Alpha Investments Group.
Subsidiarias, ejecutivos, apoderados o accionistas de El Comercio, ATV y Latina figuran como clientes de Mossack Fonseca
Mossack Fonseca también participó en el registro de dos offshore del grupo de la familia Miró Quesada en Panamá, aquel 2010: Prygate International Corp (cuyo accionista es Plural Tv, propietaria de América Televisión y Canal N) y Web Holdings S.A. (que tiene como único accionista a www.peru.com). En los documentos de la firma de abogados también aparece el mexicano Ángel González de ATV y sus apoderados extranjeros en los distintos canales del grupo en Lima, después de haber adquirido una offshore llamada Global Holding Properties Corporation en las Islas Vírgenes Británicas. Otros que aparecen son Thessa Navarro Grau y Jesús Zamora, accionista de Enfoca Investments Limited y director del fondo de inversión Enfoca, respectivamente. Ambas personas, la empresaria minera y el exalto ejecutivo de Credicorp, están vinculados a otras offshore creadas en el Caribe y con operaciones bancarias en los últimos cinco años.
Ojo-Publico.com se comunicó con los representantes de El Comercio, ATV y Latina desde el mes pasado. Sin embargo, ninguna de estos grupos brindó la información solicitada, más allá de los datos de circulación de diarios y lectoría proporcionada por la empresa de la familia Miró Quesada y la respuesta de su gerente general, César Pardo Figueroa, sobre sus inversiones personales. ATV no respondió, mientras que Enfoca, dueña de Latina, dijo que no era su política dar entrevistas sobre las empresas que maneja. En los últimos días, un alto ejecutivo de El Comercio llegó a decir por correo electrónico: “Para la información que solicitas [sobre la creación de sociedades en el extranjero] comunicaré a nuestra área legal a través de la central [telefónica]”.
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